Para el mes de SEPTIEMBRE, mi propuesta estrella es BALI.
El clima durante todo el año es tropical y ronda los 30 grados. Se distinguen dos estaciones; la de lluvias (de octubre a marzo) y la seca (de abril a septiembre). Como os digo, durante el mes de septiembre, las probabilidades de lluvia son menores y el sol luce a diario.
Dejarte mimar es muy fácil, el ambiente, su cultura, religión, la amabilidad de los balineses, su eterna sonrisa… un destino exótico apasionante. Sobre el alojamiento, hay mucha variedad, desde bungalós más modestos hasta uno de los hoteles más lujosos del mundo. Puedes leer algo más sobre el hotel en el que estuvimos nosotros haciendo clic AQUÍ. Bali es una isla que puede dar mucho de sí, tanto para relajarse en los resorts de playa como también realizar excursiones para adentrarse un poco más en la cultura y esencia balinesa. Si eres más aventurero y te gusta ir a tu “rollo”, puedes alquilar un coche o moto para recorrer la isla. Si no es tu caso, siempre encontrarás buenos paquetes con itinerarios a tu gusto.
Templos, santuarios, playas, islas, fauna y flora en estado puro, snorkel, trekkings por volcanes, paseos en bicicleta por los caminos junto a los arrozales… No puedes perderte un espectáculo de danza balinesa y un masaje completo al estilo balinés… ¡puedes tocar el cielo! Y sobre todo bellísimos amaneceres junto al templo de Tanah Lot (puedes ver mi post pinchando AQUÍ). Y atardeceres de ensueño en la playa de Jimbaran disfrutando de una exquisita langosta a la parrilla descalzos en la arena… Apetecible, ¿verdad? Yo quiero ¡repetir!